Lo habitual cuando uno va a cualquier lugar observa que se potencia los puntos fuertes, La Toscana sus paisajes y pueblos, Roma sus edificios historicos, Egipto sus pirámides, en Arizona el Cañón del Colorado, en Tanzania El Serengueti o Petra en Jordania. Sin embargo aquí tenemos algunos valores culturales que pasan totalmente desapercibidos y a los que  no se da importancia ya sea por desconocimiento o desinterés. Nuestra comarca, por suerte, contiene diversidad de opciones culturales pero ninguna sobra y no se debería permitir tener una parte de cultura perdida.

Nos referimos a la cultura ancestral que tanta importancia le damos y que tan poco conocida es. Esta cultura casi perdida, que para nosotros es un tesoro de antigua sabiduría y conocimiento, se encuentra a lo largo de nuestra comarca, esta ahí, escondida durante miles de años pasando desapercibida a nuestros ojos y ubicada en lugares estratégicos y especiales de forma estudiada. No se nos pasa por la cabeza que en Inglaterra se tuviera conocimiento del famoso monumento megalítico del Stonhenge y no lo pusieran en valor. Ahora todo el mundo lo conoce y es centro de peregrinación para arqueólogos, amantes de la cultura o simplemente curiosos que quieren ver semejante observatorio prehistórico, pues resulta que en el Matarraña tenemos evidencias de esa misma época, incluso anterior.

Lo bueno es que cuando alguien se interesa por nuestra ruta lo cierto es que no saben con que se van a encontrar porque desconocen de que va esta cultura, pero al terminar las impresiones son muy claras, y es que siempre es la misma diciéndonos que no se esperaban que fuera tan interesante y que ni siquiera tenían conocimiento de que algo así existiera, señal del alarmante estado del conocimiento cultural de nuestros ancestros. Creednos, merece mucho la pena vivirla y sobretodo divulgarla, algo que nos hemos propuesto contribuir con nuestra actividad.